9 de agosto de 2011

Experiencias cotidianas

Choripán + agua bendita: $10


Desde lejos ya se sentía el olor a choripán. Avanzo. Hay humo, gente, muchísima gente, jóvenes, ancianos, vendedores, parrillas ambulantes, griterío. Logro hacer una cuadra entre la multitud. Para esta altura ya siento que me convierto en un choripán gigante. Los niños me empujan. Las señoras me miran raro... yo no soy de allí. Comienzo a divisar el objetivo. Alguien me echa agua en la cara con un rociador de ropa (está fría). Atraviezo el umbral. Ya estoy ahí. Lo logré. Estoy en San Cayetano.


Y sí... fui a San Cayetano en carácter de simple acompañante. Juro que no sabía en lo que me estaba metiendo. Apenas llegué, la cultura popular me abofeteó una vez más. ¿Por qué yo, que me pasé la vida dentro de colegios religiosos, me sorprendo al enfrentarme con esta festividad de la Iglesia Católica? Simple: porque cuando yo iba a la iglesia de mi escuela, como mucho había dos o tres personas y con suerte el único aroma que respirabas era el de la madera de los bancos recién lustrada. Pero en San Cayetano me encontré con una multitud estruendosa devoradora de choripanes y pastelitos de membrillo. Parrillas ambulantes que emanaban humo como extraños incensarios de carne. La gente se amontonaba en la puerta de la iglesia intentando comprar alguna espiga para bendecirla y llevarla a su casa cual reliquia sagrada. Pero tranquilamente podrían haber dicho: "Padre, bendígame este sanguche de bondiola" y nadie se hubiera horrorizado. Recuerdo aquellas épocas en las que acompañaba a mi madre a misa, y en algunas ocasiones especiales el sacerdote de turno te rociaba la cabeza con agua bendita. Era un acto extremadamente solemne. Pero en San Cayetano el agua bendita me llegó desde un rociador de ropa de plástico, amontonada con otras personas que seguramente no estaban muy seguras de lo que sucedía. ¿Qué tiene de malo todo esto? absolutamente nada. Simplemente regresé a casa un poco confundida, con olor a chorizo asado e intentando descubrir las similitudes entre esa jornada y una tarde en la cancha de Alvarado.  


Licencia de Creative CommonsEste obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Flor! Paso por acá a felicitarte por este nuevo blog y desearte las buenas nuevas! Voy leyendo poco a poco, me parece un blog excelente y no lo digo porque soy yo, lo digo porque en verdad lo veo así. Éxitos y buenas vibrassss! Ah, me olvidaba, este blog/página va directo a "Favoritos" ;)

Raul

Ardilla Rabiosa [Florencia Ciancio] dijo...

Gracias Raul!! Vos fuiste el primero que lo conoció, incluso en su formato original ya extinto. Tus "Favoritos" ahora van a tener más onda, jaja.